La reflexión sobre el agrandamiento del pene no es ninguna novedad, más bien al contrario, habrá acompañado a la humanidad desde sus orígenes. Incluso en las paredes de las ruinas de la antigua ciudad romana de Pompeya se encuentran pintadas que hacen referencia a ello.
Relativamente nuevo (aprox. 50 años) es el esfuerzo de llevarlo a cabo. Esta ambición podría tener su origen en el vertiginoso cambio social que comenzó a darse desde la Segunda Guerra Mundial.
La antropóloga norteamericana Helen Fisher describió el desarrollo de la sexualidad en los países occidentales desde 1950. Decía que la libertad nos daba sed y, alentados por ello, aumentaban las expectativas respecto a la pareja y respecto a uno mismo, tanto más cuando las mujeres empezaron a exigir, progresivamente, su derecho a la autodecisión.
El aumento de pene mediante cirugía estaba y está aún rodeado de secretismo, pese a que, entretanto, miles de hombres han sido operados con éxito en todo el mundo.
La cirugía estética genital en el hombre aún no ha sido aceptada totalmente por la sociedad, aunque pueda influir muy positivamente en la personalidad y la vida sexual de los pacientes, lo cual debería otorgarle un papel especial en el campo de la Cirugía Estética.
Partiendo de la teoría superficial, el aumento de pene mediante cirugía es algo simple, la complicación se encuentra, como casi siempre, en el detalle y la falta de experiencia. El cirujano que tiene experiencia en esta operación consigue, casi siempre, resultados satisfactorios, sin embargo, el cirujano inexperto fracasa en esta operación, por desgracia, muy a menudo.